Amaterasu es la protagonista del primer Ōkami y la segunda en el escalafón de los Ōkami que salvaron Nipón en horas de oscuridad.
Traída desde el Plano Celestial por el espíritu del árbol sagrado de Konohana, Sakuya, fue implantada dentro de la estatua del primer Ōkami, el lobo Shiranui debido a que el malvado Orochi ha despertado luego de 100 años de letargo y su oscuridad ha invadido Nipón (antiguo nombre con el cual se conoce a Japón).
Debido a su regreso, Amaterasu ha perdido sus poderes divinos, aunque conserva el poder del Sol, Sunrise. Sin embargo, Issun se ofrece a ayudarla a buscar los poderes del Pincel Celestial (Celestial Brush) para erradicar el mal.
Pero vencer a Orochi no es la única misión que le es encomendada a Ōkami. También debe restaurar la tierra utilizando los distintos poderes que vaya adquiriendo, y conseguir que la gente vuelva a tener fe en los dioses para así desplegar su máximo potencial.